lunes, 21 de septiembre de 2009

HISTORIA



El cepillo de dientes es un cepillo con mango alargado utilizado para cepillarse los dientes, con la finalidad de limpiarlos. Muchas culturas tradicionales alrededor del mundo han limpiado sus dientes frotando ramas de árbol o trozos de madera desde tiempos inmemoriales. También se han frotado con tiza o soda caliente.

Según la Asociación Dental Estadounidense, el primer cepillo de dientes lo creó en 1498 un emperador chino que puso cerdas de puerco en un mango de hueso. Los mercaderes que visitaban China introdujeron el cepillo entre los europeos si bien, no fueron muy comunes en occidente hasta el siglo XVII. Sin embargo, en aquellos tiempos los europeos preferían cepillos de dientes más blandos confeccionados con pelos de caballo. También era común mondarse los dientes tras la comida con una pluma de ave o utilizar mondadientes de bronce o plata. Existió no obstante, un método más antiguo de cepillarse los dientes con un trozo de tela que se utilizaba en Europa desde tiempos de los romanos. En cualquier caso, los cepillos no se popularizaron en el mundo occidental hasta el siglo XIX.

Aparte del cepillado dental existen también otros métodos que ayudan a eliminar la placa bacteriana tales como la seda dental, los cepillos interproximales o las limpiezas profesionales, pero en este artículo vamos a centrarnos principalmente en las técnicas de cepillado dental. Así pues, hablaremos de las características y tipos de cepillos, así como de las distintas técnicas de cepillado, indicando cuál de todas resulta más eficaz tanto para adultos como para niños.

Las cerdas naturales fueron reemplazadas por un material artificial (nailon) gracias al lanzamiento realizado por Du Pont en el año 1938. El nailon presentaba varias ventajas frente a las cerdas de animales: era rígido, indeformable y no era atacado por la humedad evitando el consiguiente riesgo de infecciones. Sin embargo, al principio las cerdas eran tan rígidas que causaban serias molestias en los usuarios e incluso daños en las encías; por lo que los dentistas eran muy reacios a recomendarlos. Du Pont desarrolló nailon blando y en 1950 sacó al mercado cepillos con dichas fibras.

Su antecesor fue inventado por Los Chinos en el siglo XV y llevado a Europa por los viajeros. Este "cepillo" era hecho de cabello del cuero del jabalí de Siberia, el cual era fijado a un mango de bambú o de hueso.

Mucha gente, sin embargo, pensó que el cabello de este jabalí era muy duro. En esos tiempos muy poca gente del mundo occidental se cepillaba los dientes, y aquellos que lo hacían preferían aquellos fabricados con cabello de caballo, el cual era más suave que el del jabalí.

En Europa, la gente estaba más acostumbrada a usar los palitos de dientes después de las comidas. Estos estaban hechos de plumas de ganso o de metal (cobre o plata).

El cabello de otros animales también fue usado para la higiene dental, hasta el inicio del siglo XX. Pero fue el cabello del jabalí siberiano el más usado para la higiene dental, tanto así que lo importaron por muchos años, hasta que el nylon fue inventado en 1937 por Wallace H. Carothers, en los Laboratorios DuPont en los Estados Unidos.

En 1938, este nuevo material se convirtió en el símbolo del modernismo y prosperidad a través de la comercialización de las medias de nylon y los cepillos milagrosos del Dr. West, con cerdas de nylon por su puesto. Finalmente, los jabalíes salvajes dejaron de ser cazados.

Al inicio, si bien era cierto que existían muchas ventajas al usar este nuevo cepillo en vez del fabricado con cabello de jabalí (el cual se despegaba del mango, no secaba bien o quedaba lleno de bacterias), los consumidores no quedaron enteramente satisfechos.

La insatisfacción era por la siguiente razón: las cerdas de nylon eran muy duras y lastimaban la encía. En 1950 Dupont mejoró sus cepillo proveyéndolos con cerdas suaves. Hoy en día encontramos cepillos dentales de un sin número de marcas, tipos, durezas y colores.


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